Uno es negro, el otro del Madrid y el tercero del Barcelona.
Se asoma la enfermera y les dice:
– Todo ha ido de maravilla, las madres están bien al igual que sus hijos, que han sido varones, pero ha habido un problemita sin importancia y es que las chapitas de identificación se han mezclado y no sabemos de quién es cadaniño. ¿Creen ustedes que los reconocerían sólo con verlos?
A lo que el del Barça dice en el acto:
– Yo sí, señorita. Sólo con verlo sé cuál es el mío.
– Bien- dice la enfermera -, pues pase usted y vea cuál es el suyo.
Entra el del Barça al cuartito donde están los niños y sale con el negro
debajo del brazo.
– Ya está, este es el mío.
– Pero oiga,- replica la enfermera -. ¿Seguro que no se equivoca?
– No, no. Prefiero quedarme con el negro a que me toque el del Madrid.
AH y el negro es, Samuel Eto'o!