Hecho 2.- A un jugador le llaman de todo, desde chulo hasta hijo puta y demás lindezas. El jugador, tras meter un golazo, se lleva el dedo a la oreja como diciendo ¿ahora no me insultáis?. Toda la opinión pública se vuelca en contra del gesto por provocador.
Hecho 3.- A un jugador se le machaca llamándole maricón todo un partido. La opinión pública justifica los insultos comentando que son cosas que pasan en un campo y que el público es soberano para expresar su opinión.
Yo no entiendo la diferencia de trato y reacción de la prensa y la opinión pública en general si te llaman mono, maricón o hijo puta.