Otro partido sin victoria en la vuelta a los eurotorneos y nos queda una última bala: el Sevilla esta tarde. A lo sumo, empates. Como el del Barça ayer. Un empate divertido. Hace tiempo que veo sus partidos con una sonrisa que acaba siendo carcajada. Por los arbitrajes que se montan los tíos, ¡qué arte! Porque hay que tenerla para que te piten como les pitan a ellos y fuera de casa. ¡Cómo se desesperaron y gritaron al árbitro las nobles gentes de Stuttgart, las últimas que han probado este ricino! Porque lo de anoche volvió a ser magnífico: Piqué es un ser extraño que tiene cuatro piernas y cuatro pies. No brazos, no manos. A cualquier otro (con manos y brazos, eso sí) le pasa lo que a él, recuerden a Pepe en Milán, que corta un centro a la olla... y le penaltizan. ¿Que Márquez empuja en el área? Pues culpa del empujado por acercársele. Tras el descanso, una mano de Ibra no pitada acaba con mano de un defensa y el buen holandés lo liquida con córner para el Barça. Ver para creer...
Total, que los alemanes pudieron ponerse 2-0 y algo más en su gran primera parte, pero no. La red con pito volvió a salvar el mal momento e Ibra remachó después. Y ya saben, se lo pregunten al Madrid, lo importante que es marcar fuera. Y más si te las ponen como se las ponían a Fernando VII. Que fue culé, seguro. 1-1 en el segundo peor partido de la era Pep que diría Cruyff, esperando tiempos mejores. Estos, espesotes en lo futbolístico, los van salvando con su calidad, que diría Suker, y su red. Sí: es im-presionante.