Enterrando el señorío
Es difícil hoy decidirse por un asunto que comentar. Hay muchos y todos con calado. Está Nadal, del que algunos indocumentados empezarán pronto a decir que está acabado. Está el asunto de Robinho, quizá el jugador del que la industria del fútbol ha sacado más fruto en menos tiempo. Está el Atlético de Madrid, pero desde hace un tiempo cuando me entran ganas de tratar del Atlético, me siento y espero a que se me pasen. Y claro, está el asunto del manotazo, del codazo, o yo qué se de qué. Me temo que hoy todos los opinantes del mundo MARCA vamos a hablar de lo mismo pero en fin, hay cosas que no se pueden evitar.
Más todavía porque en todo este asunto me atrevo yo a decir que el manotazo ya es algo secundario. Yo puedo entender que en un forcejeo se te escape el brazo y le des al rival con la mala suerte de hacerle sangre. Cosas del juego, que eso en el ajedrez o en golf no pasa. Puedo entender que en el calor del juego le trates de dar un codazo. Es roja y santas pascuas, y se resuelve moralmente con una disculpa, como hizo Cristiano. Puedo hasta entender que le calces un guantazo. Es roja, sanción, y fuera. Mal hecho, pero no un crimen.
La cosa empieza a torcerse cuando el jugador dice que la roja que recibe es vergonzosa si bien eso, sin embargo, solamente le deja en mal lugar a él. El verdadero problema es cuando desde su club se trata de justificar lo injustificable y, además, con argumentos injustificables. Valdano, tras la expulsión y también dos días despues, dijo en esencia, que no le deberían expulsar porque no tenía intención de hacer daño. No, claro. Igual quien conduce a 100 por hora por una calle tampoco tiene intención de hacer daño, pero igual le cae retirada de carnet. Y si atropella a alguien, mayor sanción aunque fuera sin querer. Al decirse y sostenerse eso, el propio club se convierte en solidario de la acción de su jugador y, a diferencia de éste, lo hace con plena intencionalidad. Bien está que defiendan que no hubo agresión pero decir que una acción de este tipo no merece sanción es recorrer el camino que va de la disculpa a la complicidad.
Parece que el club va recurrir la sanción basándose en defecto de forma como se dice, y eso que la sanción es mínima contando que al juego peligroso se une el ser la segunda expulsión. Pero si lo hace creo que estaríamos ante el definitivo entierro del tan pregonado señorío. Quien recurre una sentencia por flagrante falta o delito basándose en un defecto de forma es que demuestra que se le da una higa todo eso de la justicia y la deportividad y no le interesa más que su propio interés y ganar a cualquier precio. Defecto de forma, de todos modos, hay en este caso: el que le puede quedar a la nariz del jugador malaguista si los médicos no andan hábiles.
Diría yo de todos modos que aún nos falta un paso más en este caso: la dolorida queja desde el club de que se le está persiguiendo a él y a su jugador, y de que todo esto está desorbitado. Y a lo mejor es cierto, pero es consecuencia lógica de vivir en la permanente desorbitación y hacer bandera de ella. Si esto pasa en un Racing-Mallorca ya estaría olvidado, pero sucede con el jugador más caro de la historia del fútbol, en un club que ha hecho bandera durante décadas del ‘señorío’, que siempre que puede saca a pasear su condición de mejor club del siglo XX y que últimamente ha apostado por la baza del gigantismo: lo mejor y lo más caro, cueste lo que cueste. Pues cuando haces eso, no puede esperar que todo lo que pase en tu entorno no se multiplique por mil. Del mismo modo que como el Barça acostumbra a decir que es més que un club, todos sus errores institucionales se magnifican, las carencias de señorío del Real Madrid reciben el mismo trato.
En fin. Tangencialmente, eso me parece una muestra más del nerviosismo y la insatisfacción constante que veo instalada en la Casa Blanca. Permítanme hacer comparaciones: tengo una cierta relación con Venezuela. Cuando Chávez llegó al poder, entre mucha ilusión y con un gran consenso social –créanselo porque es cierto-, yo dije que era positivo, pero que ojalá no siguiera modelos ya fracasados. Bueno, pues el Madrid 2009 está siguiendo el mismo modelo que ya siguió a inicios de esta década. Como dijo Machado, si de esos polvos vinieron estos lodos, no parece práctico estar siempre suspirando por el pasado.
Y aunque lo haya repetido ya otras veces, mientras en el Barcelona yo veo seguridad y estabilidad, en el Real Madrid veo nerviosismo e indefinición y una situación muy parecida a la del Barcelona pre-Cruyff y de Gaspart. Ya se está empezando a hablar de la necesaria conjunción del equipo. Pero sólo después de que las cosas no vayan como esperaban, cuando algunos dijimos ya hace meses que muy raro sería que empezaran desde el principio a funcionar como una máquina por buenas que fueran las piezas. Entonces fuimos tachados de agoreros, envidiosos y antimadridistas.
Y ya están, y este caso lo demuestra, empezando desde el mismo club a apuntar hacia ataques externos, como hacía Núñez. Pero reconocer que igual la propaganda exageraba, nunca.
Y, perdonen que les diga, no creo yo que la culpa de que Cristiano le de un codazo a Mtliga y le sancionen con lo mínimo la tenga Messi.
By Fernando Carreño (Marca)
Una puntualización por mi parte: el señorío perdido en cuanto a alegaciones a cualquier precio y demás no es sólo del Madrid, sino del resto de equipos, en especial del Barcelona.
Es difícil hoy decidirse por un asunto que comentar. Hay muchos y todos con calado. Está Nadal, del que algunos indocumentados empezarán pronto a decir que está acabado. Está el asunto de Robinho, quizá el jugador del que la industria del fútbol ha sacado más fruto en menos tiempo. Está el Atlético de Madrid, pero desde hace un tiempo cuando me entran ganas de tratar del Atlético, me siento y espero a que se me pasen. Y claro, está el asunto del manotazo, del codazo, o yo qué se de qué. Me temo que hoy todos los opinantes del mundo MARCA vamos a hablar de lo mismo pero en fin, hay cosas que no se pueden evitar.
Más todavía porque en todo este asunto me atrevo yo a decir que el manotazo ya es algo secundario. Yo puedo entender que en un forcejeo se te escape el brazo y le des al rival con la mala suerte de hacerle sangre. Cosas del juego, que eso en el ajedrez o en golf no pasa. Puedo entender que en el calor del juego le trates de dar un codazo. Es roja y santas pascuas, y se resuelve moralmente con una disculpa, como hizo Cristiano. Puedo hasta entender que le calces un guantazo. Es roja, sanción, y fuera. Mal hecho, pero no un crimen.
La cosa empieza a torcerse cuando el jugador dice que la roja que recibe es vergonzosa si bien eso, sin embargo, solamente le deja en mal lugar a él. El verdadero problema es cuando desde su club se trata de justificar lo injustificable y, además, con argumentos injustificables. Valdano, tras la expulsión y también dos días despues, dijo en esencia, que no le deberían expulsar porque no tenía intención de hacer daño. No, claro. Igual quien conduce a 100 por hora por una calle tampoco tiene intención de hacer daño, pero igual le cae retirada de carnet. Y si atropella a alguien, mayor sanción aunque fuera sin querer. Al decirse y sostenerse eso, el propio club se convierte en solidario de la acción de su jugador y, a diferencia de éste, lo hace con plena intencionalidad. Bien está que defiendan que no hubo agresión pero decir que una acción de este tipo no merece sanción es recorrer el camino que va de la disculpa a la complicidad.
Parece que el club va recurrir la sanción basándose en defecto de forma como se dice, y eso que la sanción es mínima contando que al juego peligroso se une el ser la segunda expulsión. Pero si lo hace creo que estaríamos ante el definitivo entierro del tan pregonado señorío. Quien recurre una sentencia por flagrante falta o delito basándose en un defecto de forma es que demuestra que se le da una higa todo eso de la justicia y la deportividad y no le interesa más que su propio interés y ganar a cualquier precio. Defecto de forma, de todos modos, hay en este caso: el que le puede quedar a la nariz del jugador malaguista si los médicos no andan hábiles.
Diría yo de todos modos que aún nos falta un paso más en este caso: la dolorida queja desde el club de que se le está persiguiendo a él y a su jugador, y de que todo esto está desorbitado. Y a lo mejor es cierto, pero es consecuencia lógica de vivir en la permanente desorbitación y hacer bandera de ella. Si esto pasa en un Racing-Mallorca ya estaría olvidado, pero sucede con el jugador más caro de la historia del fútbol, en un club que ha hecho bandera durante décadas del ‘señorío’, que siempre que puede saca a pasear su condición de mejor club del siglo XX y que últimamente ha apostado por la baza del gigantismo: lo mejor y lo más caro, cueste lo que cueste. Pues cuando haces eso, no puede esperar que todo lo que pase en tu entorno no se multiplique por mil. Del mismo modo que como el Barça acostumbra a decir que es més que un club, todos sus errores institucionales se magnifican, las carencias de señorío del Real Madrid reciben el mismo trato.
En fin. Tangencialmente, eso me parece una muestra más del nerviosismo y la insatisfacción constante que veo instalada en la Casa Blanca. Permítanme hacer comparaciones: tengo una cierta relación con Venezuela. Cuando Chávez llegó al poder, entre mucha ilusión y con un gran consenso social –créanselo porque es cierto-, yo dije que era positivo, pero que ojalá no siguiera modelos ya fracasados. Bueno, pues el Madrid 2009 está siguiendo el mismo modelo que ya siguió a inicios de esta década. Como dijo Machado, si de esos polvos vinieron estos lodos, no parece práctico estar siempre suspirando por el pasado.
Y aunque lo haya repetido ya otras veces, mientras en el Barcelona yo veo seguridad y estabilidad, en el Real Madrid veo nerviosismo e indefinición y una situación muy parecida a la del Barcelona pre-Cruyff y de Gaspart. Ya se está empezando a hablar de la necesaria conjunción del equipo. Pero sólo después de que las cosas no vayan como esperaban, cuando algunos dijimos ya hace meses que muy raro sería que empezaran desde el principio a funcionar como una máquina por buenas que fueran las piezas. Entonces fuimos tachados de agoreros, envidiosos y antimadridistas.
Y ya están, y este caso lo demuestra, empezando desde el mismo club a apuntar hacia ataques externos, como hacía Núñez. Pero reconocer que igual la propaganda exageraba, nunca.
Y, perdonen que les diga, no creo yo que la culpa de que Cristiano le de un codazo a Mtliga y le sancionen con lo mínimo la tenga Messi.
By Fernando Carreño (Marca)
Una puntualización por mi parte: el señorío perdido en cuanto a alegaciones a cualquier precio y demás no es sólo del Madrid, sino del resto de equipos, en especial del Barcelona.