Se lo decía ayer Petón a Tomás Guasch, en la tarde de Carrusel Deportivo: "Fíjate si está manipulado el campeonato que lo han organizado todo para que el día más crudo del invierno le toque al Barça en Tenerife". Sin la ironía de Petón, un amigo me decía lo mismo anoche: "¡Qué suerte tienen éstos, hoy les toca Tenerife". Mientras España entera se escondía en casa con nieve en los cristales, Canal + ofrecía el limpio juego del Barça bajo el clima bendito de las Canarias. El General Invierno, que batió a Napoleón y a Hitler, respeta al Barça, y por eso compareció cuando éste estaba fuera de su alcance.
Y es la pura verdad que al Barça le sale todo de cara, todo contribuye a su imagen de perfección, renovada ayer tras un par de encuentros flojos. Guardiola ha tenido a Bojan en conserva mucho tiempo y ayer lo sacó en ocasión inesperada, cuando todos pensábamos ver a Pedro, y he ahí que Bojan encauzó el partido con una gran jugada de extremo izquierda, yéndose muy bien y poniendo el balón aún mejor. Luego repetiría, antes del descanso, en jugada más simple, para el tres a cero. El tiempo de cara, Guardiola al timón, el villarato al quite cuando hace falta... A este Barça hay que echarle un galgo.
Y el único galgo que hay es el Madrid, que ayer resolvió bastante pronto, con un golazo de Higuaín, que empezó a hacerse perdonar así los dos fallos de Pamplona. Luego, el Madrid pecó de falta de puntería y dejó escapar una goleada que le hubiera sido muy oportuna. Todos jugaron bajo esa intensa nevada, sobrecogidos por la amenaza que el General Invierno ceñía sobre sus cabezas. Y sobre las de todo el fútbol español, al que agobió con malos viajes, campos helados y temperaturas gélidas. Sólo el Barça se escapó, junto al Tenerife, éste como colaborador necesario en el hecho. Ni el General Invierno le tose al Barça.