Otra lesión de Franck Ribéry. El galo lleva camino de convertirse en El Niño de la Pupa o en El Dolores, no existe dolencia en el mundo que el extremo francés no haya padecido. Desde que aterrizara en el Bayern, el 1 de julio de 2007, quince lesiones jalonan su trayectoria en el conjunto bávaro. Algo que preocupa, y mucho, al Real Madrid.
Porque las sempiternas lesiones de Ribéry no vienen de ahora. En la temporada 07-08, el galo estuvo de baja en cuatro ocasiones: el 20 de octubre causó baja por problemas musculares y reapareció el 2 de noviembre; el 2 de febrero estuvo veintidós días alejado de los entrenamientos por una lesión de aductores; tres días más por una lumbalgia en abril y otros tres más en mayo por una lesión muscular.
La temporada 08-09 no fue mucho mejor: del 17 de junio al 18 de septiembre estuvo ausente del equipo a causa de la lesión de ligamentos en el tobillo izquierdo que se produjo en el Francia-Italia de la Euro 2008. Un día después, una lesión muscular le mantuvo otra semana más alejado de los entrenamientos; una distensión en un hombro hizo que se bajase del carro otros cinco días en diciembre, mientras que problemas musculares en sus muslos le hicieron parar cinco y trece días en enero y marzo.
A eso hay que añadirle los 28 días de baja entre julio y agosto de este año por la bursitis de rodilla, los siete días que añadió también en agosto por una sobrecarga en los adductores, tres días en septiembre por problemas en la espalda, 68 días más entre septiembre y diciembre por una tendinitis rotuliana de rodilla, otros cinco en diciembre por un golpe en el pie, tres más por el problema de sus uñas y ahora, aparentemente, estará otros cinco más sin poder entrenarse.
Resumiendo, que de los 921 días que Ribéry lleva como jugador del Bayern, ha pasado la friolera de 282 en el dique seco, lo que hace un 30,6 por ciento del total. ¿Sería rentable fichar a un jugador tan frágil, al Niño de la Pupa?