Cunde el desánimo. “Si Cataluña no es capaz de llenar el estadio, quizá nos lo tenemos que hacer mirar”, lamentó este domingo Jordi Casals, presidente de la Federación Catalana de Fútbol (FCF). “Quizá no merezca la pena, los jugadores vienen sin primas y sólo por orgullo; están bastante decepcionados, especialmente los del Barça”, explica Johan Cruyff, flamante nuevo técnico de Cataluña. A pocas horas del choque (hoy a las 20.30 horas) se han vendido sólo 30.000 entradas (datos al medio día de ayer) del atractivo encuentro frente a la selección argentina de Leo Messi y Diego Armando Maradona. Triste marco para celebrar el “650 aniversario de la nación catalana”, como así afirmó Casals.
Las estrellas de rock –en este caso del balompié- se sienten defraudados con su público puesto que a unas horas de su actuación no se ha vendido ni la mitad del papel. Entre 15 y 35€ oscila el precio de las entradas para este encuentro amistoso. Más allá de la política se debe ver un buen partido, con excelentes futbolistas y dos técnicos de lo más mediático. El horario, como el de un partido de Champion’s League (15 minutos antes) también invita a asistir.
Deportivamente hablando es un enfrentamiento apetitoso para cualquier aficionado al fútbol, tiene todos los elementos para que los hinchas que habitualmente asisten a Cornellá y Camp Nou lo hicieran en esta ocasión. Amantes del balón. Quizás, esta vez, la política se ha entrometido demasiado; o nunca ha dejado que la 'selecció de Catalunya' camine sola. Incluso, puede que para muchos no tenga sentido si no va ligada a la política. El caso es queue ha dejado en un segundo plano muy borroso al deporte. Y habrá gente que, a pesar de lo atractivo del choque, prefiera no ir por el (triste) significado y peso político que supone.
El año pasado, frente a Colombia, hubo menos de 30.000
Hasta los protagonistas están indignados con la respuesta de la gente. Esperaban que el cartel de “no hay billetes” se colgase con bastante antelación. Lo cierto es que aunque el escaparate sea más mediático –tanto por convocados y entrenador de la ‘selecció’, como por el rival- la cifra de aficionados rondará la de diciembre de 2008 frente a Colombia. 29.300 espectadores y un 2-1 para el combinado del técnico Pere Gratacós. ¿Qué hubiera pasado este año si el rival hubiera sido menor?
Porque Argentina viene con todas sus armas, incluido el criticado Messi. Ayer reconoció el malestar que le causan los comentarios que le llegan desde su país, donde muchos creen que no existe un nivel tan bueno como cuando juega por el Barça. "Me molesta porque no es así. Soy argentino y siento la camiseta como el que más. He tenido la suerte de conseguir todo con mi club y me encantaría hacer lo mismo con la selección argentina", aseguró.
Pero el Baló de Oro y FIFA World Player 2009 estará para el disfrute del público. A lo mejor la gente se huele que sus ‘cracks’ no jugarán muchos minutos o ni siquiera se presentarán. Cesc Fabregas, convocado, no asistirá a petición de su técnico en el Arsenal Arsene Wenger. ‘¿Acaso ellos le pagan el sueldo?’ preguntó el francés a la prensa cuando fue cuestionado por el posible viaje de Cesc a Barcelona. Los ‘nois’ del Barça tampoco saben cómo llegarán. Ayer jugaron un amistoso en Kuwait (por el que su club se embolsó 2 millones de euros) y Pep Guardiola espera que no disputen muchos minutos.
Sin más encuentros autonómicos
Lo cierto es que este año no habrá más partidos de selecciones autonómicas. La Federación Andaluza realizó un comunicado la pasada semana donde explicaba el porqué. El desacuerdo para la retransmisión por televisión ha tenido la culpa. Y otra que tampoco jugará será el conjunto vasco, aunque por motivos tan políticos como el nombre del equipo. El ocaso del fútbol territorial parece que ha llegado en este 2009.
no sabía que el partido era para celebrar los 650 años de la nación catalana; a lo mejor la gente no va porque no hace mucho celebraron los mil años de la nación catalana y claro, no quieren participar en un evento que le quita antigüedad a su nacioncita.
para esto mejor que hubieran dejado al Pipita tranquilito en casa sin peligro de que los catalanes le den muchas patadas.
saludos