Muchos lo sospechábamos, pero nuestros compañeros suecos han sacado a la luz algo que era un secreto a voces. Las dos estrellas del Barcelona, Lionel Messi y Zlatan Ibrahimovic, no se hablan. Y no solo eso, sino que los celos que se tienen mutuamente por ver quien se lleva los halagos amenaza con quebrantar la armonía del vestuario culé.
Y todo esto justo a relucir el día en que Messi fue proclamado ganador del Balón de Oro por la revista France Football. Pues bien, a pesar de que se trata de uno de los mejores jugadores del mundo (aunque un escalón por debajo de Cristiano Ronaldo, como se pudo ver este domingo en el Campo Nuevo), lo que desconocíamos de este menudo argentino es su tendencia a tener envidia hacia los jugadores que le pueden quitar su liderato futbolístico en el equipo. Y parece que esto es lo que está sucediendo en su día a día con Ibrahimovic.
APENAS SE HABLAN FUERA DE LOS TERRENOS DE JUEGO
Porque, según revela la televisión sueca TV4, quienes consideran que Ibra se quedó en el banquillo en el choque ante el Madrid para que el mundo entero no se diera cuenta de la poca sintonía que tienen ambos sobre el césped, y lo publican con las siguientes palabras: "No es algo que nos hayamos inventado. Sabemos que se está dando el caso. Messi se siente amenazado por Ibra, y algunas veces no jugarán juntos. Además, apenas se hablan fuera de los terrenos de juego".
Unos celos que se reflejan en las pocas veces que se dan el balón unos a otros, algo que también apuntan nuestros compañeros del país escandinavo: "En los últimos partidos hemos visto una fuerte tendencia en Messi de no darle la pelota a Zlatan". Además, vaticinan que, si estos celos continúan, puede desencadenarse un conflicto en el vestuario similar al que tuvieron Eto'o y Ronaldinho: "Si esto continúa, habrá problemas en el vestuario".
UN VESTUARIO QUE DA SIGNOS DE FRACTURA
Parece que Messi, calladito e introvertido de cara a las cámaras, es de esos que mata las moscas callando. Y es que estos dos jugadores se veía venir que tarde o temprano relucirían sus diferencias de carácter sobre un terreno de juego. Primero fue con la extraña renovación de Messi (la quinta en los últimos tres años), con la que el argentino se ponía por encima del sueco en lo que a rango salarial se refiere. Pero, por lo visto, la competencia salarial ha trascendido a lo meramente deportivo, y la bomba ya está activada en ese vestuario. ¿Será capaz Guardiola de desactivarla? Eto'o desde Italia tiene la respuesta...