BUeno, pues hoy ha vuelto a escribir algo con coherencia. Cuando se deja de Raules, Villaratos y Platinatos, el tio puede escribir algunos articulos buenos:
He ahí un jugador singular: Etoo. Un delantero terrible, de los que siembran el pánico. El Madrid lo descubrió, aún adolescente, en Camerún, pero luego no lo supo aprovechar. Y eso que se dejó ver, incluso en el Bernabéu. Aquel día de sus goles contra el Madrid, jugando para el Mallorca y reclamando en gestos al palco que su sitio estaba ahí, en ese césped, fue legendario. Pero el Madrid tenía a Ronaldo y a Raúl y no se decidió a incorporarle, en parte porque no supo verle, en parte porque pensó que para suplente iba a ser una mala carta. Se fue al Barça, donde iba a ser 'una bomba de relojería'.
Pero para el Barça fue una operación sensacional. Lo compró por 24 millones, con él ganó tres ligas y dos Champions (en las dos finales marcó), hizo un total de 130 goles para el club, con lo que es el tercero en la historia culé en este apartado. Finalmente se fue, en la operación Ibrahimovic. Por una valoración difícil de establecer, pero que en todo caso deja un saldo económico positivo. Se fue por cuestión de 'feeling', para dejar paso a otro jugador excelente, Ibrahimovic, que ha funcionado más que bien desde que llegó. Pero ahora que regresa Etoo, más de uno y más de cien desearían que no se hubiera marchado. Porque vuelve, y vuelve como enemigo.
Están frescas las imágenes de sus desquites contra el Madrid, con el Mallorca y, más impactantes, con el Barça. Esas imágenes acuden ahora a la mente de todos y, por primera vez, como regocijo para los madridistas. No porque sea la semana del clásico, como se dice, no porque el Barça pueda desmoralizarse para el domingo y todo eso. La Liga es un pleito largo, de ansiedades aplazables. Lo que de verdad da miedo en Madrid es que el Barça gane esta Champions en el Bernabéu. Por eso todo madridista siente que esta noche Etoo vuelve a jugar para el Madrid.
He ahí un jugador singular: Etoo. Un delantero terrible, de los que siembran el pánico. El Madrid lo descubrió, aún adolescente, en Camerún, pero luego no lo supo aprovechar. Y eso que se dejó ver, incluso en el Bernabéu. Aquel día de sus goles contra el Madrid, jugando para el Mallorca y reclamando en gestos al palco que su sitio estaba ahí, en ese césped, fue legendario. Pero el Madrid tenía a Ronaldo y a Raúl y no se decidió a incorporarle, en parte porque no supo verle, en parte porque pensó que para suplente iba a ser una mala carta. Se fue al Barça, donde iba a ser 'una bomba de relojería'.
Pero para el Barça fue una operación sensacional. Lo compró por 24 millones, con él ganó tres ligas y dos Champions (en las dos finales marcó), hizo un total de 130 goles para el club, con lo que es el tercero en la historia culé en este apartado. Finalmente se fue, en la operación Ibrahimovic. Por una valoración difícil de establecer, pero que en todo caso deja un saldo económico positivo. Se fue por cuestión de 'feeling', para dejar paso a otro jugador excelente, Ibrahimovic, que ha funcionado más que bien desde que llegó. Pero ahora que regresa Etoo, más de uno y más de cien desearían que no se hubiera marchado. Porque vuelve, y vuelve como enemigo.
Están frescas las imágenes de sus desquites contra el Madrid, con el Mallorca y, más impactantes, con el Barça. Esas imágenes acuden ahora a la mente de todos y, por primera vez, como regocijo para los madridistas. No porque sea la semana del clásico, como se dice, no porque el Barça pueda desmoralizarse para el domingo y todo eso. La Liga es un pleito largo, de ansiedades aplazables. Lo que de verdad da miedo en Madrid es que el Barça gane esta Champions en el Bernabéu. Por eso todo madridista siente que esta noche Etoo vuelve a jugar para el Madrid.