por Nesta Dom Sep 27, 2015 3:53 am
Claro, yo estoy totalmente de acuerdo en que hay que oponerse a la venta de nuestro valor de trabajo particularmente a las grandes empresas industriales, lo que pasa es que eso exactamente como lo haces en un mundo donde controlan absolutamente todo?. Y en mi caso concreto actual por mucho que sea un trabajador "autónomo", sé perfectamente que no soy más que otro eslabón en la escala de multinacionales y un peón más del grupo Planeta y de la Bertelsmann que controlan la mayoría de la industria del libro, y en ese sentido trabajo lo que tengo que trabajar para sobrevivir, y promociono lo que puedo a la pequeña editorial crítica, sea Akal o sea Pepitas. Sé que cuando trabajo en un país para determinada burguesía, y pagando impuestos a un gobierno del PPSOE, estoy trabajando en parte contra mis intereses. Luego, pues bueno, me da de comer, y comer sí que va a favor de mis intereses.
Pero el trabajo en el que hay que dejarse la piel del que hablo no es ese, es un trabajo que requiere de disciplina, de perseverancia, de estudio, de sacrificio, de alejarse de la complacencia. El trabajo de propaganda, lucha y organización contra la burguesía, el trabajo de construcción de una sociedad diferente, en ese trabajo no hay que escatimar. Lo que nos salgamos de ahí ya son excusas.
Lo que quiero decir, y que ya apuntaba en mi anterior comentario, es que no hay que mirar al trabajo como un todo absoluto y dogmático, si no que -hay que analizar a que clase beneficia cada trabajo-.
Lo malo del trabajo no es trabajar, es la indignidad de la explotación, y estos mensajes idealistas complican el llegar a las clases trabajadoras que nos miran y confunden a la izquierda con gente que solo quiere vaguear y chupar del bote, que en muchos casos además es verdad.