Fuente : http://www.sport.es/es/noticias/barca/parece-que-quieran-que-perdamos-liga-4357756
La plantilla blaugrana no recibió con buena cara el resultado del sorteo del calendario. A los jugadores no les gustó el arranque liguero y mucho menos después de comparar las dificultades que tendrán que afrontar en las primeras jornadas con las facilidades que el bombo ha puesto a su máximo rival en la lucha por el título. En el interior del vestuario de la Ciutat Esportiva Joan Gamper, donde el equipo blaugrana realizó ayer dos sesiones de entrenamiento, se pudo escuchar un comentario con mucha enjundia: “Parece que quieran que perdamos la Liga”.
La frase pone de manifiesto que los jugadores están con la mosca detrás de la oreja al comprobar las dificultades que les ha deparado el sorteo del calendario en el arranque de la campaña. A los jugadores no les hizo ninguna gracia tener que medirse con el Athletic tres veces seguidas en el margen de sólo ocho o nueve días, ni tampoco que en el arranque del campeonato tengan que disputar tres partidos fuera de casa en plazas tan complicadas como San Mamés, el Vicente Calderón o el Coliseum Alfonso Pérez, y en el Camp Nou reciban al único equipo al que no fueron capaces de derrotar en ninguno de los dos partidos de la pasada Liga: el Málaga. Viendo el sorteo a más de uno le resultaba difícil creer en coincidencias.
Y más después de saber que el Real Madrid, que estrena técnico y por tanto necesita bastante rodaje, tendrá un arranque de campeonato muchísimo más plácido. Rafa Benítez, entrenador madridista, dispondrá del tiempo necesario para engrasar sus piezas, ya que sus dos primeros rivales ligueros serán dos equipos recién ascendidos como el Sporting de Gijón y el Betis, y en la tercera jornada visitarán el campo del Espanyol, donde la pasada campaña se impusieron por un contundente 1-4. Un calendario ideal para un Madrid que está obligado a empezar la temporada a toda máquina para despejar las dudas. Un motivo más para mirar con recelo el resultado del sorteo celebrado ayer en la Ciudad del Fútbol de La Rozas, sede de la Federación Española de Fútbol (RFEF).
En el vestuario del Camp Nou no ha gustado nada la reiteración de enfrentamientos contra el Athletic que deberán aguantar entre el 14 y el 22/23 de agosto, entre la doble eliminatoria de la Supercopa de España y la primera jornada del campeonato de Liga. Los jugadores del Barça son conscientes de que jugar tantas veces en un margen de tiempo tan corto ante un mismo rival aumenta las posibilidades de que el teóricamente inferior haga saltar la sorpresa.
La acumulación de minutos ante el Athletic permitirá que el equipo que dirige Ernesto Valverde acumule mucha experiencia y pueda acabar encontrando los puntos débiles de un Barcelona que ya demostró en la final de Copa disputada en el Camp Nou que es muy superior en todos los aspectos.
Demasiados factores en contra, a juicio de los jugadores blaugrana. Los recelos están más que justificados, pese a que ninguno de ellos haya puesto en duda la legalidad y la honradez del sorteo celebrado ayer. La realidad es que el Barcelona no ha tenido suerte en esta ocasión y tendrá que empezar a luchar duramente desde el primer día.
La plantilla blaugrana no recibió con buena cara el resultado del sorteo del calendario. A los jugadores no les gustó el arranque liguero y mucho menos después de comparar las dificultades que tendrán que afrontar en las primeras jornadas con las facilidades que el bombo ha puesto a su máximo rival en la lucha por el título. En el interior del vestuario de la Ciutat Esportiva Joan Gamper, donde el equipo blaugrana realizó ayer dos sesiones de entrenamiento, se pudo escuchar un comentario con mucha enjundia: “Parece que quieran que perdamos la Liga”.
La frase pone de manifiesto que los jugadores están con la mosca detrás de la oreja al comprobar las dificultades que les ha deparado el sorteo del calendario en el arranque de la campaña. A los jugadores no les hizo ninguna gracia tener que medirse con el Athletic tres veces seguidas en el margen de sólo ocho o nueve días, ni tampoco que en el arranque del campeonato tengan que disputar tres partidos fuera de casa en plazas tan complicadas como San Mamés, el Vicente Calderón o el Coliseum Alfonso Pérez, y en el Camp Nou reciban al único equipo al que no fueron capaces de derrotar en ninguno de los dos partidos de la pasada Liga: el Málaga. Viendo el sorteo a más de uno le resultaba difícil creer en coincidencias.
Y más después de saber que el Real Madrid, que estrena técnico y por tanto necesita bastante rodaje, tendrá un arranque de campeonato muchísimo más plácido. Rafa Benítez, entrenador madridista, dispondrá del tiempo necesario para engrasar sus piezas, ya que sus dos primeros rivales ligueros serán dos equipos recién ascendidos como el Sporting de Gijón y el Betis, y en la tercera jornada visitarán el campo del Espanyol, donde la pasada campaña se impusieron por un contundente 1-4. Un calendario ideal para un Madrid que está obligado a empezar la temporada a toda máquina para despejar las dudas. Un motivo más para mirar con recelo el resultado del sorteo celebrado ayer en la Ciudad del Fútbol de La Rozas, sede de la Federación Española de Fútbol (RFEF).
En el vestuario del Camp Nou no ha gustado nada la reiteración de enfrentamientos contra el Athletic que deberán aguantar entre el 14 y el 22/23 de agosto, entre la doble eliminatoria de la Supercopa de España y la primera jornada del campeonato de Liga. Los jugadores del Barça son conscientes de que jugar tantas veces en un margen de tiempo tan corto ante un mismo rival aumenta las posibilidades de que el teóricamente inferior haga saltar la sorpresa.
La acumulación de minutos ante el Athletic permitirá que el equipo que dirige Ernesto Valverde acumule mucha experiencia y pueda acabar encontrando los puntos débiles de un Barcelona que ya demostró en la final de Copa disputada en el Camp Nou que es muy superior en todos los aspectos.
Demasiados factores en contra, a juicio de los jugadores blaugrana. Los recelos están más que justificados, pese a que ninguno de ellos haya puesto en duda la legalidad y la honradez del sorteo celebrado ayer. La realidad es que el Barcelona no ha tenido suerte en esta ocasión y tendrá que empezar a luchar duramente desde el primer día.