Un científico en Estados Unidos creó con éxito una versión del virus H1N1, también llamado “gripe porcina”, que puede escapar al sistema inmunitario humano, confirmó el propio experto el miércoles.
La investigación sobre el virus H1N1 –cuya pandemia fue ampliamente cubierta por la prensa en 2009– fue realizada en un laboratorio de alta seguridad de la Universidad de Wisconsin-Madison.
Los resultados del trabajo aún no han sido publicados formalmente, pero el periódico Independent de Londres publicó el 1 de julio algunos detalles, en una nota que describe al virólogo Yoshihiro Kawaoka como “polémico” y afirma que “algunos científicos que saben del experimento están horrorizados”.
Kawaoka confirmó a la AFP que, en efecto, ha logrado hacer algunos cambios en una proteína particular que permite al virus H1N1 de 2009 escapar a la protección inmunológica humana, es decir que las personas no tendrían defensas para combatirlo, aunque esto no necesariamente significa que sea fatal.
“Hemos logrado identificar regiones clave que permiten al virus H1N1 de 2009 escapar al sistema inmunitario“, dijo el científico en un correo electrónico en el cual describió el artículo del Independent como “sensacionalista”.
“Es lamentable que medios de prensa en línea manipulen el mensaje de esta manera para atraer lectores con títulos sensacionalistas, sobre todo en lo que respecta a asuntos científicos y de salud pública”, afirmó.
Kawaoka explicó que su investigación tiene el objetivo de descubrir cómo podría mutar el virus en el futuro, en la naturaleza, para que los científicos puedan preparar vacunas a tiempo.
También dijo que había presentado su descubrimiento a un comité de la Organización Mundial de la Salud, “que lo recibió muy bien”.
La primera polémica sobre el asunto se desató en 2011 y 2012, cuando un equipo de científicos holandeses y estadounidenses pudieron crear a través de ingeniería genética un virus H5N1 (de gripe aviar) que podía transmitirse fácilmente entre mamíferos.
Se temía que existiera la posibilidad de generar una pandemia similar a la gripe española, que mató a 50 millones de personas entre 1918 y 1919.
Otras preocupaciones importantes de los críticos es que los bioterroristas consigan recrear y liberar un virus de este género, o bien que éste accidentalmente salga del laboratorio.
La investigación sobre el virus H1N1 –cuya pandemia fue ampliamente cubierta por la prensa en 2009– fue realizada en un laboratorio de alta seguridad de la Universidad de Wisconsin-Madison.
Los resultados del trabajo aún no han sido publicados formalmente, pero el periódico Independent de Londres publicó el 1 de julio algunos detalles, en una nota que describe al virólogo Yoshihiro Kawaoka como “polémico” y afirma que “algunos científicos que saben del experimento están horrorizados”.
Kawaoka confirmó a la AFP que, en efecto, ha logrado hacer algunos cambios en una proteína particular que permite al virus H1N1 de 2009 escapar a la protección inmunológica humana, es decir que las personas no tendrían defensas para combatirlo, aunque esto no necesariamente significa que sea fatal.
“Hemos logrado identificar regiones clave que permiten al virus H1N1 de 2009 escapar al sistema inmunitario“, dijo el científico en un correo electrónico en el cual describió el artículo del Independent como “sensacionalista”.
“Es lamentable que medios de prensa en línea manipulen el mensaje de esta manera para atraer lectores con títulos sensacionalistas, sobre todo en lo que respecta a asuntos científicos y de salud pública”, afirmó.
Kawaoka explicó que su investigación tiene el objetivo de descubrir cómo podría mutar el virus en el futuro, en la naturaleza, para que los científicos puedan preparar vacunas a tiempo.
También dijo que había presentado su descubrimiento a un comité de la Organización Mundial de la Salud, “que lo recibió muy bien”.
La primera polémica sobre el asunto se desató en 2011 y 2012, cuando un equipo de científicos holandeses y estadounidenses pudieron crear a través de ingeniería genética un virus H5N1 (de gripe aviar) que podía transmitirse fácilmente entre mamíferos.
Se temía que existiera la posibilidad de generar una pandemia similar a la gripe española, que mató a 50 millones de personas entre 1918 y 1919.
Otras preocupaciones importantes de los críticos es que los bioterroristas consigan recrear y liberar un virus de este género, o bien que éste accidentalmente salga del laboratorio.