Pero llevo un tiempo dándole vueltas al asunto de una posible reconversión de Ramos al mediocentro defensivo, al más puro estilo Hierro con Radomir Antic.
El sevillano es un zaguero cuya mejor virtud es que sabe sumarse al ataque con mucho peligro. Por alto las gana casi todas y no tiene mal disparo desde lejos. Sus dotes para cortar el balón están fuera de toda duda.
Sin embargo sus prestaciones atrás dejan mucho que desear. Recurre en exceso a la marrullería y rompe continuamente el fuera de juego, lo que significa que le falta concentración (no sabemos si porque se cree el mejor) o porque tácticamente es un desastre.
Así que no vería con malo ojos alejarle de nuestra área y acercarle a la rival.
Quizás cuando se calmen un poco las cosas (y cuando fichemos un central en condiciones) podría probarse el experimento.