Extracto de la morsa.
Al menos que este supuesto cambio de estilo sirva para que se dejen de apuntar exitos que no son suyos.Porque el Barça es ya otra cosa, y no es este lugar para extenderme en ello. Es otra cosa por su significación como club, y lo ha sido más estos años porque ha generado en su seno una academia, un modelo de juego, la sublimación del fútbol técnico, estilo que alcanzó definición específica, el ‘tiqui-taca’, y que se hizo universal no ya por los éxitos del Barça, sino sobre todo por los de la Selección. Un modelo que nacía en Xavi Hernández, se prolongaba en Iniesta y tenía su respaldo en Casillas. Con ellos, el fútbol se asomó a la perfección. Todo el planeta aplaudió esa nueva concepción del juego.
Ahora resulta que el Rayo le ha ganado la posesión al Barça y que, pese a ganar 0-4, el club culé está incómodo. Tanto que Martino se descara, saca números y se pregunta si hay que ser holandés o de la casa para que con uno tengan paciencia. O sea: se da un martillazo en el dedo. No hay que ser de aquí ni de allá, basta con respetar una sensibilidad. El Barça de hoy es, exactamente, la resultante de la influencia holandesa, vía Cruyff, en la buena y vieja tradición futbolística catalana. Renunciar a eso, o renegar de ello, supone una ignorancia oceánica. Supongo que Martino se dará cuenta. Y si no...