Yo recuerdo habérmelo propuesto tras ver la película y a los cuatro días estar como loco, como esos experimentos de privación del sueño de los yanquis en guantánamo. Es antinatural. No creo que ni siquiera alguien con un voto de celibato o un santón hindú sean capaces de aguantar la presión ni el dolor escrotal.
¿Tenéis tal fuerza de voluntad ? O acaso somos víctimas de nuestra testosterona ?