Basta con una máxima que todos conocemos: la unión hace la fuerza. Lo que para uno es falta grave, para otro es falta no grave. Existe un reglamento para uno y otro para el resto. La UEFA no acepta mi recurso y yo no puedo ir al banquillo en una semifinal de la Champions, y acepta el recurso de otro entrenador (Wenger), castigándolo dos días después del partido que era fundamental para su equipo. Tengo que vivir así, sin dramatismos, unas veces riéndome, otras protestando y continuamos...
¿Y los incidentes de la Supercopa ante el Barça?
Las imágenes muestran aquello que muestran, pero no lo que se fue acumulando y que contribuyó al asunto. Hay gente que vive bien en la oscuridad, que trabaja bien en locales donde se puede esconder, donde se puede hablar con la mano y esconder la boca, donde puede hablar en la oscuridad de los túneles donde puedes hacer muchas cosas sin ser visto. Hay otros que, cuando lo hacen, lo hacen sin esconderse, de modo que toda la gente lo vea. Yo quiero estar lo más disponible posible para hacer mi trabajo, que es entrenar y es lo que apasiona.
¿Se siente que hay una campaña contra usted?
La Prensa destacó en primera página las críticas realizadas por un técnico que nadie conoce y que la semana pasada tuvo el privilegio de ser despedido dos veces en cuatro meses. No destacaban los elogios que Ferguson me hizo. El entrenador más histórico del fútbol mundial, en mi opinión. Existe una campaña contra mí y está bien organizada, disfruto, es una motivación para mí. En mi carrera debo buscar nuevas motivaciones.