A final, el riesgo que todos veíamos al fichar a un chaval de 19 años sale a relucir antes de tiempo. Incluso antes de firmar (si algún día lo hace). Da la sensación de tomadura de pelo. Nada tiene que ver con el caso Cesc Fábregas, donde el problema está muy definido: ¡Dinero! El jugador quiere, lo dice, se planta con Wenger y habla del sueño que seria para él jugar en el Barcelona. Y para más coña, se bajaría el sueldo. Esto es un tipo maduro que sabe lo que quiere. ¡Dejaría la capitanía del Arsenal por intentar hacerse con un puesto de titular en el equipo de Pep!
Neymar, ese niño prodigio del fútbol brasileño, vive un sueño. Triunfa, le aclaman en su patria, su país le idolatra, su afición le quiere, su presidente le apoya y él se lo cree. Y quizá tiene razones, pero este culebrón tiene que ir terminando ya.
El chaval va para genio de esto del fútbol, no hay duda. Es el jugador con más recorrido del planeta y un aspirante a número uno, pero los más de 100 años de historia del Real Madrid tampoco se merecen que, un día sí y otro también, el jugador, su entorno, su entrenador y, sobre todo, su presidente, se descuelguen con eso de: 'Neymar no se vende'. Añadiendo, por si hay duda: 'Ni en enero tampoco'.
¡Qué cachondeo es este! El Santos es un equipo histórico, un grande como el Madrid. Está en su derecho de no vender o de poner trabas, dificultades o un precio fuera de madre y la cláusula que estime oportuna. Pero si el chaval quiere y el Madrid tiene los euros necesarios, ¿dónde está el problema?
¿No será que esos 19 años de los que hablaba están volviendo locos a todos los actores del fichaje? Entiendo lo que debe significar la nube en la que vive el brasileño y también comprendo a Luis Álvaro Ribeiro, presidente del Santos, pero alguien debe poner fin a este asunto. Es un fichaje ilusionante, sobre todo por el futuro (Mou tiene el presente muy bien resuelto), pero el deterioro de imagen que está comportando para el Madrid todo el verano debe hacer que se replanteen las cosas.
Nunca es fácil fichar a la figura emergente, pero cada día nos despertamos con una novedad. Y lo que está sucediendo es que la ilusión del madridismo se está convirtiendo en incertidumbre, ésta en ansiedad y ésta malestar, en escepticismo,... Al final, la afición está cansada, aburrida e, incluso, molesta por tanto desplante que llega desde Brasil.
Para mí, ‘Neymar, sí’, pero no a cualquier precio. Ni de euros ni de imagen, porque al mejor club del siglo XX también le pasa factura y mucha. Un niño, por muy prodigio que sea, no puede poner a todo un Real Madrid en entredicho tanto tiempo. Hay que fijar un plazo y punto. Y si Neymar no da el paso, ahí está Morata, pichichi del Europeo o Adebayor, esperando su turno pacientemente.
Parece que no te lo han repetido suficiente, lo que he puesto en negrita. Te lo voy a poner en mayúsculas para que lo entiendas: EL JUGADOR NO QUIERE. NO NO NO, ENTIENDES LO QUE ES NO? NEGATIVO. ENTIENDES LO DE QUIERO JUGAR EL MUNDIALITO CON EL SANTOS?
Parece que a la prensa capitalina no quiere aceptar que un jugador no quiera ir al Madrid. Claro como cada 2 días ponen que tal o Pascual quiere ir al Madrid, que el otro está loco por venir y el de más allá hasta pondría de su dinero para jugar de blanco...