Una pena que los 45 millones que tenía el Madrid destinados para él vayan a acabar en las arcas del Santos, un club que nos está vacilando... con el apoyo del propio Neymar.
No se entiende que llame el Madrid, el equipo de tus sueños, a tu puerta y tú insistas en que aún no te quieres ir.
Y tampoco se entiende que estemos obsesionados por un Robinho II que de momento ha demostrado ser peor jugador que el propio Robinho.