Escena número 1. Cristiano Ronaldo se enzarza en una discusión con Dani Alves al que acaba llamando mono un par de veces en medio de la trifulca. Las cámaras cazan el improperio racista y a partir de ahí se pone en marcha toda la maquinaria para castigar como se merece a un tipo tan chulo y despreciable que, para colmo, viste la camiseta del Real Madrid, ese club fascista, franquista, xenófobo y violento, ladrón de títulos y escaso de señorío.
Escena número 2. Toda la presión mediática de la caverna azulgrana y su amplia delegación en Madrid, donde abundan los azulgranas de carnet y los rojiblancos convertidos al barcelonismo por impotencia propia, se lanza a la yugular del criminal portugués. Los telediarios se encienden con la escena del insulto, los políticos piden que se expulse del pais a un jugador que tan mal ejemplo da a los niños y aficionados, las asociaciones contra el racismo piden que se castigue tamaña afrenta, se pasea a Alves por todas las cadenas y medios para que explique cómo le ha afectado emocionalmente la violenta agresión del apestado luso y se exige al Real Madrid que dé la baja a un futbolista que sólo ofrece conflicto y guerracivilismo.
Escena número 3. La UEFA castiga con 25 partidos a Cristiano Ronaldo, pide perdón al sufrido Alves por haber soportado estoicamente una situación tan lamentable y se lanzan notas explicativas con la cara de Cristiano en las que se recuerda que el racismo es gravísimo y debe ser castigado con contundencia tal y como marcan los estatutos de la UEFA. El Madrid es apercibido. Si se repite la palabra mono en los labios de alguno de sus jugadores, no volverá a la competición europea hasta la temporada 2037-2038.
Escena 4. Esta no es una fábula. Al Madrid, a dos de sus futbolistas y a su entrenador les castigaron por forzar tarjetas en Amsterdam. A Iniesta y a otros 257 jugadores jamás se les amonestó por una simulación similar. Y a estas alturas hay quien piensa todavía que no se debe instaurar una Liga Europea ajena a la UEFA. Es una cuestión de estado. Adelante. Por cierto, enhorabuena, Busquets, por no vestir de blanco. Y cuidado con lo que dices en el futuro, que todo se ve.
http://www.elmundo.es/blogs/deportes/championstar/2011/05/16/busquets-no-va-de-blanco.html
Escena número 2. Toda la presión mediática de la caverna azulgrana y su amplia delegación en Madrid, donde abundan los azulgranas de carnet y los rojiblancos convertidos al barcelonismo por impotencia propia, se lanza a la yugular del criminal portugués. Los telediarios se encienden con la escena del insulto, los políticos piden que se expulse del pais a un jugador que tan mal ejemplo da a los niños y aficionados, las asociaciones contra el racismo piden que se castigue tamaña afrenta, se pasea a Alves por todas las cadenas y medios para que explique cómo le ha afectado emocionalmente la violenta agresión del apestado luso y se exige al Real Madrid que dé la baja a un futbolista que sólo ofrece conflicto y guerracivilismo.
Escena número 3. La UEFA castiga con 25 partidos a Cristiano Ronaldo, pide perdón al sufrido Alves por haber soportado estoicamente una situación tan lamentable y se lanzan notas explicativas con la cara de Cristiano en las que se recuerda que el racismo es gravísimo y debe ser castigado con contundencia tal y como marcan los estatutos de la UEFA. El Madrid es apercibido. Si se repite la palabra mono en los labios de alguno de sus jugadores, no volverá a la competición europea hasta la temporada 2037-2038.
Escena 4. Esta no es una fábula. Al Madrid, a dos de sus futbolistas y a su entrenador les castigaron por forzar tarjetas en Amsterdam. A Iniesta y a otros 257 jugadores jamás se les amonestó por una simulación similar. Y a estas alturas hay quien piensa todavía que no se debe instaurar una Liga Europea ajena a la UEFA. Es una cuestión de estado. Adelante. Por cierto, enhorabuena, Busquets, por no vestir de blanco. Y cuidado con lo que dices en el futuro, que todo se ve.
http://www.elmundo.es/blogs/deportes/championstar/2011/05/16/busquets-no-va-de-blanco.html