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El almeriense, un fichaje que llegó por expreso deseo y recomendación de Víctor Fernández, enamorado del juego que desplegaba en el Salamanca, ha intervenido en 18 de los 55 goles que ha hecho el Betis entre Liga y Copa del Rey. Y de esos tantos sólo uno ha sido obra suya, el que hizo en la primera jornada de Liga frente al Granada, una obra de arte, por cierto, al picar de vaselina desde fuera del área y consolidar una goleada con la que el Betis daba sus primeros pasos hacia el ascenso. Quien más se ha beneficiado de los pases de gol de Salva Sevilla ha sido Rubén Castro, quien finalizó con acierto máximo ocho de las jugadas que inició el «14».
Un repaso a los tantos béticos de esta campaña muestra la importancia de la participación de Salva Sevilla en el alabado tino de la vanguardia bética. Su primera asistencia fue ante el Granada, cuando sacó el córner que Dorado remató para estrenar el casillero de tantos béticos de esta temporada. Luego hizo su único tanto de esta temporada, el ya citado de la vaselina. Y en el mismo partido le dio un fenomenal pase con el exterior a Jorge Molina, que ya había anotado un tanto antes, para que el alicantino hiciera el 4-1. En la jornada cuarta, frente al Valladolid (2-1), comenzó la conexión con Rubén Castro, ya que Salva Sevilla sacó una falta cerrada que el canario remató de cabeza a gol. Ante la Ponferradina (3-0), en la sexta jornada, un pase suyo en largo por detrás de la defensa habilitó a Rubén, quien a su vez prolongó para Emana, autor del tanto con una volea. Frente al Rayo (4-0), un par de acciones decisivas, puesto que sacó la falta que Javi Fuego desvió hacia su propia puerta en el que fue el 1-0 y una jugada suya con Rubén Castro finalizó en el tanto del isleño. Ante el Celta (1-1), la misma sociedad: Salva la pica dentro del área y Rubén controla, recorta y marca. Pero ahí no quedó la cosa, puesto que ante el Zaragoza, en el partido de vuelta (1-2), el Betis abrió el marcador gracias a su picardía a la hora de sacar rápido una falta en campo propio y provocar el contragolpe de Rubén Castro, quien se plantó solo ante Leo Franco y recibió la colaboración de Contini para iniciar la remontada frente a los maños. Poco después, frente al Xerez, dos pases sensacionales a Jorge Molina que desanudaron el complicado duelo ante los azulinos. La colgó en el tanto que hizo el 2-1 y dio un pase en profunidad para el 3-1 final, ambos obra del alcoyano. En el duelo frente al Barcelona B (2-2), un pase suyo a Rubén Castro sirvió para que el canario marcara cruzando por alto. Y con el Córdoba, otro par de pases sensacionales: el primero por alto a Jorge Molina, que quebró antes de marcar; y el segundo para Rubén Castro tras una internada por la izquierda. Y dos partidos más en los que dio asistencias a pares: en la vuelta ante el Getafe habilitó a Rubén Castro para los dos tantos del canario en ese partido, mientras que el pasado sábado ante el Alcorcón sirvió el balón a Rubén cuando éste recibió el penalti que abrió el marcador y sacó el córner que Miki Roqué remató a gol para hacer el 3-0.
Esta sucesión de aciertos y su entendimiento con el trío de delanteros hace que el papel de Salva Sevilla en el equipo tenga un protagonismo sobresaliente. Mel lo tiene como un fijo y el almeriense está respondiendo con su genial visión de juego que le ha hecho participar en nada más y nada menos que un tercio de los tantos oficiales que ha hecho el Betis en esta magnífica temporada.
Un repaso a los tantos béticos de esta campaña muestra la importancia de la participación de Salva Sevilla en el alabado tino de la vanguardia bética. Su primera asistencia fue ante el Granada, cuando sacó el córner que Dorado remató para estrenar el casillero de tantos béticos de esta temporada. Luego hizo su único tanto de esta temporada, el ya citado de la vaselina. Y en el mismo partido le dio un fenomenal pase con el exterior a Jorge Molina, que ya había anotado un tanto antes, para que el alicantino hiciera el 4-1. En la jornada cuarta, frente al Valladolid (2-1), comenzó la conexión con Rubén Castro, ya que Salva Sevilla sacó una falta cerrada que el canario remató de cabeza a gol. Ante la Ponferradina (3-0), en la sexta jornada, un pase suyo en largo por detrás de la defensa habilitó a Rubén, quien a su vez prolongó para Emana, autor del tanto con una volea. Frente al Rayo (4-0), un par de acciones decisivas, puesto que sacó la falta que Javi Fuego desvió hacia su propia puerta en el que fue el 1-0 y una jugada suya con Rubén Castro finalizó en el tanto del isleño. Ante el Celta (1-1), la misma sociedad: Salva la pica dentro del área y Rubén controla, recorta y marca. Pero ahí no quedó la cosa, puesto que ante el Zaragoza, en el partido de vuelta (1-2), el Betis abrió el marcador gracias a su picardía a la hora de sacar rápido una falta en campo propio y provocar el contragolpe de Rubén Castro, quien se plantó solo ante Leo Franco y recibió la colaboración de Contini para iniciar la remontada frente a los maños. Poco después, frente al Xerez, dos pases sensacionales a Jorge Molina que desanudaron el complicado duelo ante los azulinos. La colgó en el tanto que hizo el 2-1 y dio un pase en profunidad para el 3-1 final, ambos obra del alcoyano. En el duelo frente al Barcelona B (2-2), un pase suyo a Rubén Castro sirvió para que el canario marcara cruzando por alto. Y con el Córdoba, otro par de pases sensacionales: el primero por alto a Jorge Molina, que quebró antes de marcar; y el segundo para Rubén Castro tras una internada por la izquierda. Y dos partidos más en los que dio asistencias a pares: en la vuelta ante el Getafe habilitó a Rubén Castro para los dos tantos del canario en ese partido, mientras que el pasado sábado ante el Alcorcón sirvió el balón a Rubén cuando éste recibió el penalti que abrió el marcador y sacó el córner que Miki Roqué remató a gol para hacer el 3-0.
Esta sucesión de aciertos y su entendimiento con el trío de delanteros hace que el papel de Salva Sevilla en el equipo tenga un protagonismo sobresaliente. Mel lo tiene como un fijo y el almeriense está respondiendo con su genial visión de juego que le ha hecho participar en nada más y nada menos que un tercio de los tantos oficiales que ha hecho el Betis en esta magnífica temporada.
