El Nou Camp fue testigo de uno de los mejores recitales del fútbol moderno.
Pero quédense con tres nombres por favor. Marco Van Basten, Ruud Gullit y Frank Rijkaard. Los tres holandeses eran el espejo del fútbol de la Europa futbolística. Juntos llevaron al Milan a lo más alto.
Pero vamos por partes. Milan y Steaua no tuvieron un camino fácil a la final. El Milan tuvo que eliminar al Vitosha de Sofía (cuatro goles de Van Basten en la vuelta), Estrella Roja, Werder Bremen, y en unas semifinales de mal recuerdo para los madridistas, ya que el conjunto de Arrigo Sacchi vapuleo a los blancos en la vuelta, 5-0.
El gran Steaua de los Lacatus, Hagi, Petrescu, Balint...dejó atrás al Sparta de Praga, Spartak de Moscú, Goteborg y en una fácil semifinal al Galatasay turco.
El Steaua era un equipo con un fútbol muy vistoso, jugaban al ataque. Tenían en Gica Hagi a su mejor hombre, el ‘Maradona de los cárpatos’ que dirigía con maestría un equipo que tenía mucho talento.
En la final, disputada el 24 de Mayo, el Milan no tuvo rival. Desplegando un juego preciosista y de fuerza no tuvo problemas para dejar finiquitado el partido antes del descanso, al que se fueron con un claro 3-0 (Gullit 2 y Van Basten) en el marcador. Tras el descanso, un nuevo gol de Van Basten dejó el marcador final de 4-0.
Este título suponía el nacimiento de un equipo y una manera de jugar que marcó un antes y un después en el desarrollo del fútbol mundial de los siguientes años.
http://www.megavideo.com/?d=AQ87NHDI
Pero quédense con tres nombres por favor. Marco Van Basten, Ruud Gullit y Frank Rijkaard. Los tres holandeses eran el espejo del fútbol de la Europa futbolística. Juntos llevaron al Milan a lo más alto.
Pero vamos por partes. Milan y Steaua no tuvieron un camino fácil a la final. El Milan tuvo que eliminar al Vitosha de Sofía (cuatro goles de Van Basten en la vuelta), Estrella Roja, Werder Bremen, y en unas semifinales de mal recuerdo para los madridistas, ya que el conjunto de Arrigo Sacchi vapuleo a los blancos en la vuelta, 5-0.
El gran Steaua de los Lacatus, Hagi, Petrescu, Balint...dejó atrás al Sparta de Praga, Spartak de Moscú, Goteborg y en una fácil semifinal al Galatasay turco.
El Steaua era un equipo con un fútbol muy vistoso, jugaban al ataque. Tenían en Gica Hagi a su mejor hombre, el ‘Maradona de los cárpatos’ que dirigía con maestría un equipo que tenía mucho talento.
En la final, disputada el 24 de Mayo, el Milan no tuvo rival. Desplegando un juego preciosista y de fuerza no tuvo problemas para dejar finiquitado el partido antes del descanso, al que se fueron con un claro 3-0 (Gullit 2 y Van Basten) en el marcador. Tras el descanso, un nuevo gol de Van Basten dejó el marcador final de 4-0.
Este título suponía el nacimiento de un equipo y una manera de jugar que marcó un antes y un después en el desarrollo del fútbol mundial de los siguientes años.
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