He visto algo estos últimos días en que han jugado las Selecciones Nacionales que me ha quedado asombrado, el equipo Portugués ha sido capaz de ganar sus dos partidos con un par de superpotencias como Dinamarca e Islandia sin el concurso de MOU.
Yo no me lo puedo creer aún, este grupo de jugadores Portugueses ha tenido que sobreponerse a un dolor increible, esperaban la llegada del más grande para pulir todos sus defectos, hacerlos autenticos Robocots del futbol y crear con ellos un engranaje perfecto que destrozaría a todos sus rivales aún antes de salir a jugar.
Los periodistas extranjeros huirían despavoridos ante ellos, las hinchadas se quedarían mudas de la impresión que atenazaría sus gargantas, los propios periodistas nacionales les tratarían con respeto y la crísis económica se iría diluyendo hasta convertir a Portugal en miembros del G-8.
Pero su gozo en un pozo, les mandan a un pobre hombre sin currículum, del que Mou seguramente ni siquiera ha oido hablar, que no ha entrenado en el extranjero, que no ha ganado Champions y encima no les puede enseñar a jugar al fútbol deleitando y ganando en quince segundos y le sobran catorce.
Aún así Cristiano, Pepe, Dani, Carvallo y compañía sacaron lo mejor de sí mismos, le rezan una oración a Mou en el vestuario que se les apareció en forma de lengua de fuego, que entró en cada uno de ellos haciendolos mejores y asestandoles sendas palizas a los herejes Daneses y Escoceses.
Así contamos en esta Iglesia Pipero-Mourinhana, los milagros de nuestro Dios Mou. AMEN.
Yo no me lo puedo creer aún, este grupo de jugadores Portugueses ha tenido que sobreponerse a un dolor increible, esperaban la llegada del más grande para pulir todos sus defectos, hacerlos autenticos Robocots del futbol y crear con ellos un engranaje perfecto que destrozaría a todos sus rivales aún antes de salir a jugar.
Los periodistas extranjeros huirían despavoridos ante ellos, las hinchadas se quedarían mudas de la impresión que atenazaría sus gargantas, los propios periodistas nacionales les tratarían con respeto y la crísis económica se iría diluyendo hasta convertir a Portugal en miembros del G-8.
Pero su gozo en un pozo, les mandan a un pobre hombre sin currículum, del que Mou seguramente ni siquiera ha oido hablar, que no ha entrenado en el extranjero, que no ha ganado Champions y encima no les puede enseñar a jugar al fútbol deleitando y ganando en quince segundos y le sobran catorce.
Aún así Cristiano, Pepe, Dani, Carvallo y compañía sacaron lo mejor de sí mismos, le rezan una oración a Mou en el vestuario que se les apareció en forma de lengua de fuego, que entró en cada uno de ellos haciendolos mejores y asestandoles sendas palizas a los herejes Daneses y Escoceses.
Así contamos en esta Iglesia Pipero-Mourinhana, los milagros de nuestro Dios Mou. AMEN.