LA FABRICA DE GUNNERShttp://www.mediapunta.es/reportajes.php?id=2107 Hace cuatro años comenzó la relación entre el Arsenal y el Salamanca. Un idilio que nació de la casualidad y que poco a poco va dando sus frutos. Carlos Vela es el mejor ejemplo de un acuerdo único en Europa, fundado sobre el «buen trato al balón y el fútbol ofensivo».
E. Pérez Manso
Las malas lenguas dicen que Wenger aprovechó los 30 millones que el Real Madrid pagó por Nicolás Anelka en 1999 para hacer realidad sus sueños. A poco menos de una hora de Londres, la Ciudad Deportiva del Arsenal es uno de los viveros por excelencia del fútbol europeo. El lugar ideal para que el técnico francés dé forma al talento oculto de los cientos de jóvenes que pasan cada año por sus manos. Once campos de hierba que cuentan, de manera exacta, con las mismas dimensiones que el césped del «Emirates Stadium». Sólo uno es diferente y se encuentra, además, a orillas del Tormes, a más de 1.200 kilómetros de distancia. Porque desde hace cuatro temporadas el Helmántico se ha convertido en un eslabón más en la cadena de formación de los futuros «gunners». Una relación, nacida de la casualidad, que comenzó en el verano de 2006 con la llegada de Carlos Vela a las filas de la Unión Deportiva Salamanca y que se ha alargado de forma satisfactoria hasta el día de hoy.
Tras haberse proclamado campeón y máximo goleador del Mundial sub 17’, superando en la final a la Brasil de Anderson y Marcelo, Vela recibió la llamada de Arsene Wenger. «Te quiero en el Arsenal». Con sólo 15 años y sin saber ni «papa» de inglés, se plantó en Londres para ponerse a las órdenes del «mago» francés, que se dio cuenta muy pronto de que la tarea iba a ser más complicada que en otras ocasiones. En un intento por facilitar su adaptación, el club inglés le buscó acomodo en España. Fernando Vázquez le abrió las puertas del vestuario del Celta, pero nunca llegó a disputar un minuto con la camiseta celeste.
"La llegada de Vela a Salamanca nos dio la oportunidad de conocer un club con una filosofía parecida a la nuestra y fue entonces cuando decidimos formalizar el acuerdo"
Preocupados por el freno a su evolución, Wenger y sus colaboradores buscaron un cambio de aires. El problema era encontrar un equipo que quisiera hacerse cargo de un delantero que aún no conocía lo que era jugar un encuentro profesional. Un escollo muy complicado de superar, a pesar de que el mexicano llevaba aparejado el sello de calidad del Arsenal.
Después de muchas negativas, fue Javi López el que le hizo un hueco en la plantilla del Salamanca, recién ascendido a la Liga Adelante. Un gesto casi de cortesía, que dio origen a una simbiosis perfecta entre los dos equipos. Coincidiendo con las primeras semanas de Vela en Salamanca, los encargados de seguirle los pasos lejos de Londres, descubrieron en sus visitas a España la idiosincrasia del club charro, muy «cercana a los valores que cultivamos en el Arsenal. Buen gusto por el fútbol, pelota a ras de suelo y mentalidad ofensiva». Así, pocos meses después se firmó un acuerdo, único en Europa, por el cual el Salamanca recibiría cada año la llegada de uno o dos jóvenes talentos procedentes de Londres, mientras que el Arsenal se aseguraba un escenario ideal para que sus futbolistas más jóvenes comenzaran a flirtear con la exigencia del fútbol profesional. Como complemento, aquel futbolista que lo necesitara, podría conseguir la nacionalidad española, para no ocupar plaza de extracomunitario una vez que llegara a la Premier League. «Es cierto que el aspecto legal es importante para nosotros, pero lo que más nos interesa es que nuestro jugador coja responsabilidades, que aporte algo al rendimiento del club. Si cuando acabe la temporada, ha contribuido a la permanencia o al ascenso del Salamanca, sabemos que eso será algo positivo para las tres partes», apuntan desde Londres.
Visitas de ida y vuelta
A partir de aquel día, la relación entre ambos clubes comenzó a ser fluida y productiva. La dirección deportiva del Salamanca se encarga de enviar un informe cada quince días a Londres, aunque el «contacto por teléfono y correo electrónico es casi diario», aseguran desde el club charro, que visita una o dos veces al año las instalaciones del Arsenal en la capital inglesa para vivir in situ el «Estilo Wenger». En verano, incluso, varios jugadores de la cantera salmantina han llegado a acompañar a la expedición para disfrutar y aprender con los métodos con los que Wenger ha conseguido transformar al Arsenal en un equipo ganador.
"Los goles que Vela ha conseguido este año en la Liga de Campeones son la mejor prueba de que el acuerdo con el Salamanca ha sido muy positivo para ambos"
Un «experimento» que comenzó en 2006 y que cuatro años más tarde ha comenzado a dar sus frutos para el conjunto inglés. «Los goles que Vela ha conseguido este año en la Liga de Campeones son la mejor prueba de que el acuerdo con el Salamanca ha sido muy positivo para ambos. Es el resultado de un trabajo bien hecho. Esperemos que con Galindo todo sea igual», reconocen desde la dirección deportiva del Arsenal, que ahora tiene sus esperanzas puestas en este elegante mediocentro boliviano, el cuarto «gunner» que ha pasado por los vestuarios del Helmántico. A pesar de la grata experiencia de Vela, no todo ha sido un camino de rosas en el idilio entre el Salamanca y el Arsenal. La cesión de Havard Nordveit, capitán del filial y una de las más firmes promesas del fútbol noruego, apenas duró unos meses, mientras que la del brasileño Pedro Botelho, un lateral de inagotable calidad técnica, duró mientras éste prefirió el fútbol a la noche salmantina.