Pero lo mejor de Raúl llegó al irse al banquillo. Ahí apareció en estado puro el Raúl-entrenador, ése que nos descubrió Ginés Carvajal (el hombre que siempre le supo dar los mejores consejos) en una entrevista concedida a AS en la que afirmó que "Raúl tiene alma de entrenador". En La Romareda, 'su' Romareda, Raúl se puso de pie pese a tener el tobillo como un melocotón de Calanda, gritó a los compañeros dándoles instrucciones, fijó posiciones, alertó del peligro en las internadas de Colunga... Raúl será entrenador del Madrid igual que su amigo Guardiola lo es del Barça. No tardaremos en comprobarlo. Para el año 2013 vaticino su aterrizaje en el Bernabéu, que lo recibirá con los brazos abiertos. Con él se acabarán las listas de nombres para ese banquillo electrificado que no encuentra la paz desde la marcha de Del Bosque. Pero antes, dejemos que el gran capitán decida su futuro. Le veo metiendo goles un año más. ¿Por qué no?
Y encima metiendo goles el anio que viene.
Esto es desesperante. Como diria Ucelay, "que manera de hacer el sexo oral periodisticamente hablando"