Siempre q puede dice algo para ensuciar su imagen, no importa que pero lo odia demasiado se ve...
Raúl, el gol del cojo; Kaká, el gol del sano
El Barça, que salió con suplentes, encaró bien el partido, pero luego, con 2-1, el Xerez dio tres sustos. Guardiola reaccionó sacando a Messi y Muñiz reaccionó sacando tarjetas. Si en la primera parte sólo había sacado dos al Xerez, en la segunda le sacó hasta ocho amarillas (dos a Orellana, así que roja) y una roja directa. Les quitó el hilo y acabó desquiciándoles. Una para Orellana fue por chutar cuando le habían pitado fuera de juego. Perdía 2-1. ¿Querría perder tiempo? Más tarde Messi hizo lo mismo. Ganaba 3-1 ¿Querría perder tiempo? Pero a Messi no le amonestó, no. Amonestó a Renan, que le reclamó tarjeta para Messi.
Luego, el Madrid. Ver seguidos el segundo tiempo del Camp Nou y el primero de La Romareda da para meditar sobre cómo pueden influir en un partido las tarjetas, y cuántas varas de medir tienen estos peones del villarato. El partido fue de armas tomar, con Undiano dejándose jirones de su prestigio por falta de agallas. Al final, el Madrid sacó los tres puntos a base de aguantar golpes, apretar y poner a prueba a Roberto, muy buen portero, ayudado por los palos (los de la portería, digo) cuando fue preciso. Un partido de verdad difícil, puntos que le van a saber muy bien porque fueron difíciles de sacar.
Raúl marcó cuando iba a ser sustituido con un tobillo mal. Fue el retorno del 'gol del cojo', un clásico olvidado. Había entrado por Van der Vaart, que se fue con lesión muscular. Buen tipo, ha aguantado el fuerte justo hasta la llegada de Kaká, que compareció al final con muy buenas pinceladas y un golazo. Los dos tantos, por cierto, llegaron a pase de Cristiano, muy buena noticia, porque eso es lo que su juego más necesita, o al menos lo que yo estaba echando en falta: que mire al compañero, que disfrute de las victorias y los goles de todos. En fin, quedan cuatro jornadas y hay Liga. Pero el villarato asoma otra vez la oreja.
Raúl, el gol del cojo; Kaká, el gol del sano
El Barça, que salió con suplentes, encaró bien el partido, pero luego, con 2-1, el Xerez dio tres sustos. Guardiola reaccionó sacando a Messi y Muñiz reaccionó sacando tarjetas. Si en la primera parte sólo había sacado dos al Xerez, en la segunda le sacó hasta ocho amarillas (dos a Orellana, así que roja) y una roja directa. Les quitó el hilo y acabó desquiciándoles. Una para Orellana fue por chutar cuando le habían pitado fuera de juego. Perdía 2-1. ¿Querría perder tiempo? Más tarde Messi hizo lo mismo. Ganaba 3-1 ¿Querría perder tiempo? Pero a Messi no le amonestó, no. Amonestó a Renan, que le reclamó tarjeta para Messi.
Luego, el Madrid. Ver seguidos el segundo tiempo del Camp Nou y el primero de La Romareda da para meditar sobre cómo pueden influir en un partido las tarjetas, y cuántas varas de medir tienen estos peones del villarato. El partido fue de armas tomar, con Undiano dejándose jirones de su prestigio por falta de agallas. Al final, el Madrid sacó los tres puntos a base de aguantar golpes, apretar y poner a prueba a Roberto, muy buen portero, ayudado por los palos (los de la portería, digo) cuando fue preciso. Un partido de verdad difícil, puntos que le van a saber muy bien porque fueron difíciles de sacar.
Raúl marcó cuando iba a ser sustituido con un tobillo mal. Fue el retorno del 'gol del cojo', un clásico olvidado. Había entrado por Van der Vaart, que se fue con lesión muscular. Buen tipo, ha aguantado el fuerte justo hasta la llegada de Kaká, que compareció al final con muy buenas pinceladas y un golazo. Los dos tantos, por cierto, llegaron a pase de Cristiano, muy buena noticia, porque eso es lo que su juego más necesita, o al menos lo que yo estaba echando en falta: que mire al compañero, que disfrute de las victorias y los goles de todos. En fin, quedan cuatro jornadas y hay Liga. Pero el villarato asoma otra vez la oreja.