Punto uno. Vamos a echar de menos a Raúl en estas tres semanas que estará ausente por esa parameniscitis o como se llame. Punto dos. El 7 volverá a tiempo para ayudar al Madrid a seguir soñando con la legítima lucha por el título en las tres últimas jornadas ante Osasuna, Athletic y Málaga. Y punto tres. Si Raúl termina esos partidos con una precaria condición física y no acabase en plenitud, el club debería cuidar al máximo al capitán y dejar que cumpla el año de contrato que le resta.
Sé que hay madridistas que creen que ha llegado la hora de su adiós y lo respeto plenamente. Pero me resisto a creer que Raúl haya dicho su última palabra sobre un terreno de juego. El sábado tuvo una y la metió en la portería de Valdés. Gol anulado, pero gol al fin y al cabo. Si Pellegrini sigue dándole minutos en la última recta de los partidos es porque sabe que mantiene los automatismos de delantero bueno y pícaro. Se coloca bien, intuye dónde va a caer la pelota y su sola presencia infunde respeto en las zagas enemigas. Raúl se ha ganado dejarle tomar la decisión final. Si se queda hasta 2011, lo celebraré. Para qué voy a engañarles...
Sé que hay madridistas que creen que ha llegado la hora de su adiós y lo respeto plenamente. Pero me resisto a creer que Raúl haya dicho su última palabra sobre un terreno de juego. El sábado tuvo una y la metió en la portería de Valdés. Gol anulado, pero gol al fin y al cabo. Si Pellegrini sigue dándole minutos en la última recta de los partidos es porque sabe que mantiene los automatismos de delantero bueno y pícaro. Se coloca bien, intuye dónde va a caer la pelota y su sola presencia infunde respeto en las zagas enemigas. Raúl se ha ganado dejarle tomar la decisión final. Si se queda hasta 2011, lo celebraré. Para qué voy a engañarles...