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Esta información es del sport, o sea que la credibilidad es cercana al 0. Pero bueno, datos son datos y siempre ayuda buscar excusas 
http://sport.es/default.asp?idpublicacio_PK=44&idioma=CAS&idnoticia_PK=706858&idseccio_PK=803
La designación de Olegario Benquerença para dirigir el Inter-Barça no puede oler peor. Tras comprobar su tendenciosa actuación a favor del conjunto italiano todos las piezas están encajando y aún es más incomprensible que se eligiera para arbitrar el choque a un amigo de José Mourinho.
La relación entre Olegario y Mourinho se inició diez años atrás. Ambos se conocieron en Leiria, donde el técnico iniciaba su carrera como primer entrenador y el colegiado reside. Incluso, COM Ràdio desveló en el programa ¿Què has dinat? que habían sido socios del restaurante ‘O Menino’.
En Portugal también aseguraban ayer que Olegario y Mourinho tenían costumbres parecidas. Era habitual que acudieran a los mismos restaurantes. ‘Mou’ mantenía en aquella época una relación con Elsa Sousa, según reveló ‘The Sun’, y la pareja acudía a los locales que también eran frecuentados por el árbitro.
Benquerença no se dedica de forma exclusiva al arbitraje, sino que también es vendedor de seguros. Su carrera se ha disparado gracias en buena parte a sus buenas conexiones con la FIFA. Sólo por sus influencias se puede entender que sea uno de los colegiados designados para el próximo Mundial de Sudáfrica.
Olegario es famoso en su país por ser especialmente polémico y, de forma especial, haber liado uno de los mayores líos que se recuerdan en los últimos tiempos en un clásico entre el Benfica y el Oporto. Fue en el 2004, y el trencilla no concedió un gol a los lisboetas en un error de Vitor Baía cuando la pelota había superado la línea. Curiosamente, Mourinho era el técnico del Oporto, que salió beneficiado de su decisión. A raíz de esta decisión y otras de parecidas, a Benquerença se le conoce en su país como ‘O Larápio’, que significa ladrón en portugués.
Todas estas circunstancias no fueron atendidas por la UEFA cuando decidió que era el árbitro ideal para dirigir el encuentro entre italianos y catalanes. La presencia en el Mourinho iba a levantar suspicacias, pero las sospechas se acrecentaron después de que su actuación fuera tan adversa hacia el Barça.
http://sport.es/default.asp?idpublicacio_PK=44&idioma=CAS&idnoticia_PK=706858&idseccio_PK=803
La designación de Olegario Benquerença para dirigir el Inter-Barça no puede oler peor. Tras comprobar su tendenciosa actuación a favor del conjunto italiano todos las piezas están encajando y aún es más incomprensible que se eligiera para arbitrar el choque a un amigo de José Mourinho.
La relación entre Olegario y Mourinho se inició diez años atrás. Ambos se conocieron en Leiria, donde el técnico iniciaba su carrera como primer entrenador y el colegiado reside. Incluso, COM Ràdio desveló en el programa ¿Què has dinat? que habían sido socios del restaurante ‘O Menino’.
En Portugal también aseguraban ayer que Olegario y Mourinho tenían costumbres parecidas. Era habitual que acudieran a los mismos restaurantes. ‘Mou’ mantenía en aquella época una relación con Elsa Sousa, según reveló ‘The Sun’, y la pareja acudía a los locales que también eran frecuentados por el árbitro.
Benquerença no se dedica de forma exclusiva al arbitraje, sino que también es vendedor de seguros. Su carrera se ha disparado gracias en buena parte a sus buenas conexiones con la FIFA. Sólo por sus influencias se puede entender que sea uno de los colegiados designados para el próximo Mundial de Sudáfrica.
Olegario es famoso en su país por ser especialmente polémico y, de forma especial, haber liado uno de los mayores líos que se recuerdan en los últimos tiempos en un clásico entre el Benfica y el Oporto. Fue en el 2004, y el trencilla no concedió un gol a los lisboetas en un error de Vitor Baía cuando la pelota había superado la línea. Curiosamente, Mourinho era el técnico del Oporto, que salió beneficiado de su decisión. A raíz de esta decisión y otras de parecidas, a Benquerença se le conoce en su país como ‘O Larápio’, que significa ladrón en portugués.
Todas estas circunstancias no fueron atendidas por la UEFA cuando decidió que era el árbitro ideal para dirigir el encuentro entre italianos y catalanes. La presencia en el Mourinho iba a levantar suspicacias, pero las sospechas se acrecentaron después de que su actuación fuera tan adversa hacia el Barça.
