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Llevo una semana bastante enferma y, esta tarde, incapaz de ir a clase después de una mañana infernal de trabajo, he decidido quedarme en casa con mis medicinas y ver algo en la tele. Como no había gran cosa, me he propuesto ver el programa de Jorge Javier Vázquez para intentar entender por qué absorbe el tiempo de las masas ingentes de este país. Y no sé si avergonzarme más por la televisión que se hace en España o por las personas que cada día se sientan como autómatas en su sillón para ver semejante bazofia.
En primer lugar... ¿cuántas horas dura ese programa?
Porque yo he puesto la televisión a las cinco y a las siete y media todavía estaba el personajillo hablando sin ton ni son.
En segundo lugar... ese tío debe de llegar al plató, buscar ropa que le quede "mona" y pasarse horas en peluquería y/o maquillaje para tratar de estar decente porque... lo que es guión... ¡IMPRESIONANTE! El tío no sabía ni lo que decía, se giraba para el público, miraba al vacío, invocaba a Belén Esteban (que es la que le da audiencia)... ¿y le pagan por eso mientras otros sufrimos para llegar a fin de mes? 
Me parece increíble que semejantes circos triunfen en televisión. Programas como este o Gran Hermano demuestran la clase de patetismo que se estila en televisión y que, por desgracia, siguen como autómatas millones de personas. ¡Qué vergüenza! Y pensar que esa gente come gracias a que los demás los ven... sin tener ningún tipo de mérito ni esforzarse lo más mínimo por trabajar...
¡Así va España!
En primer lugar... ¿cuántas horas dura ese programa?
Porque yo he puesto la televisión a las cinco y a las siete y media todavía estaba el personajillo hablando sin ton ni son. En segundo lugar... ese tío debe de llegar al plató, buscar ropa que le quede "mona" y pasarse horas en peluquería y/o maquillaje para tratar de estar decente porque... lo que es guión... ¡IMPRESIONANTE! El tío no sabía ni lo que decía, se giraba para el público, miraba al vacío, invocaba a Belén Esteban (que es la que le da audiencia)... ¿y le pagan por eso mientras otros sufrimos para llegar a fin de mes?
Me parece increíble que semejantes circos triunfen en televisión. Programas como este o Gran Hermano demuestran la clase de patetismo que se estila en televisión y que, por desgracia, siguen como autómatas millones de personas. ¡Qué vergüenza! Y pensar que esa gente come gracias a que los demás los ven... sin tener ningún tipo de mérito ni esforzarse lo más mínimo por trabajar...
¡Así va España!
¡Los irregulares casi siempre son raros! 
