* El Real lidera de largo el ránking de las áreas desde su debut en Primera
César Muñiz Fernández arbitrará el primero de los cuatro clásicos que jugarán Barça y Real Madrid. Será mañana, en el Bernabéu, en un partido en que los azulgrana aspiran a decidir virtualmente la Liga y los blancos, a reengancharse a la lucha por el título. Una temporada más, el Barça llega al clásico soportando una fortísima campaña que le señala como el gran beneficiado de una trama federativo-arbitral, campaña alimentada desde el madridismo oficial y oficioso. De dar la versión oficial se ha encargado personalmente su técnico, José Mourinho. La oficiosa es responsabilidad del inigualable aparato mediático que protege al Real Madrid. Sin embargo, hay datos tan contundentes que, más que desmentir esa presunta conspiración proazulgrana, invitarían a pensar justamente en la teoría contraria.
¿Cómo si no explicarán los padres del 'Villarato' que el Barça, siendo el equipo más ofensivo del mundo, tenga apenas tres penaltis a favor en esta Liga? El contraste con el Real Madrid es evidente: los blancos han chutado 10 penaltis.
El marcador, siendo llamativo, es más modesto incluso que el que presenta Muñiz Fernández desde su debut en Primera División. De eso ha pasado ya una década y su tanteo en penaltis es rotundo: Real Madrid, 10-Barça, 1. Uno en diez años, una rareza estadística para un equipo tan atacante como el culé. Con Muñiz, el Madrid es, de largo, el club de Primera que sale mejor parado en las áreas.
Otro dato difícilmente explicable desde la teoría de la conspiración es la designación de Undiano Mallenco para la final de Copa entre Barça y Madrid. De los 10 penaltis favorables al Madrid en esta Liga, la mitad son con arbitrajes de Undiano (4) y de Muñiz (1).
Nacido en Bruselas el 18 de mayo de 1970, y adscrito al colegio asturiano de árbitros, Muñiz es internacional desde 2007 y apenas dirigió un clásico, hace ya nueve temporadas, que acabó 1-1 en el Bernabéu. Su padre, José María Muñiz Farpón, fue árbitro de Tercera y linier habitual de Manuel Díaz Vega, quien tuvo sonadas polémicas en el pasado con Johan Cruyff, entonces técnico culé.
César Muñiz Fernández arbitrará el primero de los cuatro clásicos que jugarán Barça y Real Madrid. Será mañana, en el Bernabéu, en un partido en que los azulgrana aspiran a decidir virtualmente la Liga y los blancos, a reengancharse a la lucha por el título. Una temporada más, el Barça llega al clásico soportando una fortísima campaña que le señala como el gran beneficiado de una trama federativo-arbitral, campaña alimentada desde el madridismo oficial y oficioso. De dar la versión oficial se ha encargado personalmente su técnico, José Mourinho. La oficiosa es responsabilidad del inigualable aparato mediático que protege al Real Madrid. Sin embargo, hay datos tan contundentes que, más que desmentir esa presunta conspiración proazulgrana, invitarían a pensar justamente en la teoría contraria.
¿Cómo si no explicarán los padres del 'Villarato' que el Barça, siendo el equipo más ofensivo del mundo, tenga apenas tres penaltis a favor en esta Liga? El contraste con el Real Madrid es evidente: los blancos han chutado 10 penaltis.
El marcador, siendo llamativo, es más modesto incluso que el que presenta Muñiz Fernández desde su debut en Primera División. De eso ha pasado ya una década y su tanteo en penaltis es rotundo: Real Madrid, 10-Barça, 1. Uno en diez años, una rareza estadística para un equipo tan atacante como el culé. Con Muñiz, el Madrid es, de largo, el club de Primera que sale mejor parado en las áreas.
Otro dato difícilmente explicable desde la teoría de la conspiración es la designación de Undiano Mallenco para la final de Copa entre Barça y Madrid. De los 10 penaltis favorables al Madrid en esta Liga, la mitad son con arbitrajes de Undiano (4) y de Muñiz (1).
Nacido en Bruselas el 18 de mayo de 1970, y adscrito al colegio asturiano de árbitros, Muñiz es internacional desde 2007 y apenas dirigió un clásico, hace ya nueve temporadas, que acabó 1-1 en el Bernabéu. Su padre, José María Muñiz Farpón, fue árbitro de Tercera y linier habitual de Manuel Díaz Vega, quien tuvo sonadas polémicas en el pasado con Johan Cruyff, entonces técnico culé.